DIAS DILUIDOS

DÍAS DILUIDOS Por qué a veces tenemos que sentir, o vivir felices y después entristecer, no entiendo a la vida, que loca está por eso prefiero no hacerle caso. Tengo ganas de llorar amargamente y no saber de mí por lo menos un instante quisiera dejar mi mente en blanco y descansar un poco de pensar. Los días pasan y las cosas se van acabando pero el permanece para siempre, sin embargo vivo con la necesidad de sentirme cerca de sentarme junto a él para poder existir. Días diluidos eso es lo que vivimos tenemos la existencia pero se escapa de nuestras manos hoy estamos y mañana ya no somos la hierba que se seca y se echa al horno. No me importa sufrir en este mundo, pero no quisiera sufrir a causa de él porque sé que tengo un lugar eterno es que tengo la fuerza para vivir cada día. Quiero sonreír y lo estoy haciendo irónicamente es una sonrisa mezclada en llanto por las cosas que pasan a mi alrededor pero sobre todas las cosas él me fortalece. Para muchos el refugio es una copa, para otros las luces, el bullicio y la rumba para mí, hay una morada en mi Dios que me da la seguridad que estoy bien. Días diluidos, hoy vivo uno de ellos y que extraña sensación sentir como se me van porque cuando más parezco tener el control me doy cuenta que no lo tengo. Días diluidos por el movimiento de las olas que golpean la orilla de mi playa pero de algo estoy seguro: Cada día traerá su propio afán. Mario Enriquez