Prueba

Estamos en año 2002, la "burbuja de Internet" ya explotó en el año 2000. Todas las expectativas basadas en Internet han sufrido un revés que parece demostrar claramente que Internet como herramienta estratégica para los negocios era errónea -"¡CHORRADAS!"- dice Tom Peters, el gurú de gurús, una de las personas que ha vivido más de cerca la revolución tecnológica de los últimos años, y que en este libro se declara un defensor apasionado de Internet. Tenemos, como mínimo, veinte años para rediseñar el mundo: la revolución de la Web apenas si está calentando motores. Los fracasos del pasado son completos éxitos, si los consideramos como un laboratorio de pruebas de un medio emergente. El batacazo sólo fue debido al desconocimiento del mercado y la proliferación de "malos negocios" ¡Nunca antes la economía había tenido un ritmo de desarrollo tan vertiginoso! Peters afirma que a partir de este momento las empresas deben reestructurarse completamente, preparándose para un mundo de "negocios en la red" al 100%. El compromiso con Internet tiene que ser total. Aquí no valen medias tintas: si una empresa apuesta por Internet, debe trasladar todas sus funciones internas y externas a la Web, debe redefinir su negocio... antes de que lo haga la competencia. 25 años. Legal y financieramente sí; pero no estructural y económicamente.