Por Ángel Mazariego (escrito en Netlog) 6 de abril de 2008 Como el fenix de las cenizas surgías, de las paredes frias aparecias y como la fiel sombra andabas. El recuerdo mi invade hoy que ya no estás, pudiera llorar, pero ya no tengo a nadie para hacerlo. Se ha fundido un farol de mi corazón, y el andar se vuelve más difícil... No es ingrata la vida, es grato el sentimiento de haberte conocido, muchas veces lloré por tu silencio y mi soledad, muchas veces grite para que me escucharas, muchas veces intente decirle a tu piel cuanto la queria, busqué tus besos entre los muros de tus labios, cuantas veces...esa palabra se queda en esta habitación, y se que al abrir esa ventana "cuantas veces" se ira con el viento...