la confusión

me pregunto una y otra vez por que el hombre se confunde tanto a la hora de recibir, por parte de una mujer, una sonrisa, una mirada inocente o simplemente un saludo cordial, lleno de buena onda y simpatía...y ahí están ellos, cargados hasta las muelas de ganas de incarle al diente, como se dice, llenos de testosterona por una simple sonrisa...y nosotras, ilusas y crédulas, buscando apenas un amigo a quien contarles nuestras penas y angustias, un hombro donde llorar, un teléfono donde llamar..........hombres calientes