Pues bueno, aquí estamos para abrir un espacio a la música difícil de escuchar en un mundo demasiado ocupado, cuando todo es tan fácil y tan visual, quise darte la oportunidad de que pensaras por ti mismo, y la alternativa de decir quiero algo nuevo de la vida ("Jack, ¿dónde hay algo?") o quedarte con lo que tienes. La Hybris Si hay un concepto que define al progresivo es la hybris griega: Caer en una soberbia tal que desafiamos a los dioses, creemos que sabemos más que ellos y nos incorfomamos con nuestro destino y queremos cambiarlo. Esto casi nunca acaba bien, pues o acabamos sacándonos los ojos, definiendo la guerra o la extinción en este caso, de un género musical. ¿Cómo fue posible desafiar a tal grado a Euterpe? Ellos prefirieron ser "los mejores", los mejores músicos, mejores ejecutantes, instrumentistas y compositores. Porque aceptemos que este género es único y basta escuchar un álbum en vivo, cualquiera, de quien sea, para reconocer que esas ejecuciones son magistrales, todas y cada una de ellas. Eso bastó para un castigo demasiado duro: el olvido popular. Porque todos nosotros hemos dicho: Quiero más de la vida, más de la música y eso nos llevó al progre. Nosotros sabemos la verdad acerca de la vida: varias líneas melódicas simultáneas en una rola bien larga y bien puercota. Es como decidir escuchar a Los Beatles y no a Menudo. Pero como todo buen mito, hay quien lo cuenta y lo reescribe, tiene su sacerdotisa -si bien no vestal- para rescatarlo y pervertir oídos virginales de chavitos pequeños y disfrutarlo con quien se deje. Acérquense y escuchen a la Hetaira del Progresivo, divulgando la Verdad para el Universo.