Por William Ignacio Alvarado Flores Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Psicología. UNAM La depresión, es una de las alteraciones psicológicas que se está manifestando de manera frecuente en el mundo actual. La importancia de este inconveniente radica principalmente en que ya se le denomina como una enfermedad mental del siglo XXI (Pastor, s.f.). Es por ello, que me incita a cuestionar ¿que es la depresión? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2012), menciona que: “La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”. Este trastorno no hace ninguna distinción sobre la gente, es decir, no importa si una persona tiene poder adquisitivo, o bien, si es pobre, la depresión puede ser adquirida en cualquier momento. Por ejemplo, Van Gogh, él sufrió varias depresiones tales que una de ellas, hizo que se quitara un pedazo de oreja (Salesman & Le Haye, 2002). Ciertamente, la depresión da pauta a diversos desenlaces, que pueden ser desde una jaqueca, una borrachera, el envejecer antes de tiempo, el consumo de drogas, la prostitución, la locura, así como una repercusión drástica, el suicidio (Salesman & Le Haye, 2002). La OMT (2012), ha dado a conocer una serie de cifras y datos que son significativas para la población en general, entre ellas: • La depresión es un trastorno mental frecuente que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo. • La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial de morbilidad. De acuerdo con estos datos, considero pertinente el involucramiento de la sociedad para poder mitigar este acontecimiento y evitar que se siga intensificando a una poblacion mayor.