Sociedad del Conocimiento

El mundo actual, en cambio constante, con innovaciones, tanto en la vida social como económica, ha colocado al conocimiento en un pedestal, pues este se origina en las mentes que hacen uso frecuente del poder de su imaginación y creatividad; es posible cultivar ese tipo de mentes desde las aulas en todos los niveles educativos, si los educadores antes nos reeducamos y cambiamos rápida y eficazmente aquellas acciones que limitan a muchos estudiantes a ser creativos e innovadores. El presente siglo y aquellos por venir, requieren talentos y personalidades diferentes, así como individuos nuevos comprometidos seriamente con la sociedad . Por tal motivo, urge brindar tanto a niños, jóvenes como adultos muchas y variadas oportunidades para la admiración, el descubrimiento, experimentación y valoración de las artes, las humanidades, los deportes, la ciencia y la tecnología, así como la creación, recreación y conservación de la cultura y los valores sociales heredados por las generaciones pasadas y presentes. Dentro del sector educativo, las tecnologías de la información y la comunicación, no deben marcar la pauta a seguir para la creación de las sociedades del conocimiento, más bien, el intelecto humano debe tomar en cuenta aquel eslogan comercial muy conocido “nada con exceso, todo con medida”, y esto con la intención de dar prioridad a la imaginación y la creatividad, y revalorar la el conocimiento oral y los conocimientos de la experiencia del ser humano, niño, joven, adulto o anciano, en todo tiempo y lugar, pues, “no todo lo que brilla es oro”.